Existe una gran diferencia entre una fuente de “energía” y un “estimulante”.  Hay muchas bebidas que se autodenominan bebidas “energéticas”, cuando de hecho contienen poca energía de verdad y lo que contienen son estimulantes, como cafeína, taurina y guaraná.  Estos incentivan el sistema nervioso central, lo que puede hacer que las personas se sientan más despiertas o energizadas, pero por lo general el efecto dura poco y no le proporciona al cuerpo lo que en realidad necesita para rendir al máximo.

La verdadera energía en el cuerpo humano proviene de los carbohidratos y de la grasa, que son fuentes de combustible, y en una pequeña parte de las proteínas, que juegan un papel estructural y funcional. El cuerpo almacena grasa como combustible, pero nuestras reservas de carbohidratos no son muy grandes. 

Un jugador de fútbol necesita entre 2,3 y 3,2 gramos de carbohidratos por libra de peso corporal para sostener las necesidades de energía.  Durante una práctica o un partido, se recomiendan entre 30 y 60 gramos de carbohidratos por hora para sostener las necesidades de energía.

De la misma manera, para un atleta de cualquier nivel, el consumo de carbohidratos es importante porque ayudará a mantener el nivel de energía, mientras que con una bebida estimulante es posible desfallecer. Así que antes de buscar una bebida energética en la mañana, mejor considerar comer un desayuno balanceado como estímulo. 

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